La Hiruela – una joya en medio de la biosfera de la Sierra del Rincón

La Hiruela es un pueblo muy singular. Se encuentra escondido en un valle de la Sierra del Rincón. Ya de camino parece como si te estuvieras sumergiendo en los tiempos de la película «Lady halcón». Sigues con cuidado la estrecha carretera de montaña marcada con postes de nieve y curvas puntiagudas a través de un paisaje accidentado de colinas y montañas, bosques y prados, valles y arroyos. Te encantaría bajarte del coche y seguir caminando. Continuas serpenteando hasta el puerto de 1478 m de altura con el mismo nombre. Aquí la impresionante vista de ambos lados de la Biosfera de la Sierra del Rincón y las escarpadas rocas te cautivan. Luego desciendes lentamente durante 3 km hasta una altitud de 1253 m a través de bosques de robles que todavía brillan al sol como una maravilla inesperada de color rojizo a pesar de estar a finales del otoño. Aún no puedes ver el pueblo cuando estacionas tu coche en el aparcamiento situado a la entrada del municipio.

Desde allí, bajas lentamente por la calle. Ahora un letrero amable al lado del parque infantil te da la bienvenida. En el otro lado de la calle, un peral gigantesco extiende sus ramas hacia el cielo. Junto a él, las personas te parecen pequeñas hormigas. La placa delante de él nos dice que el árbol tiene más de 200 años y está catalogado como el peral más grande de la Comunidad de Madrid, quizás incluso de toda España. A la izquierda murmura un pequeño arroyo. A la derecha se puede escuchar el arroyo de la Fuentecita corriendo por el valle cubierto de árboles caducifolios, especialmente robles. Por lo demás, todo está en silencio. Solo los pájaros cantan.

Bajo el hechizo de la arquitectura tradicional

Las casas son de piedra, arcilla y roble de la dehesa. Aunque han sido renovadas, apenas han cambiado su estructura desde que fueron construidas. Como resultado, La Hiruela ha conservado su propia identidad arquitectónica. Esto convierte al pueblo en una joya auténtica y única de la Comunidad Autónoma de Madrid. Gracias a su aislamiento, ha logrado mantener un ecosistema con valores paisajísticos inalterados a lo largo de los siglos.

Cuanto más camines hacia la iglesia, descubrirás más y más de la Dehesa de La Hiruela con increíbles robles entre las casas. Se abre ante ti un fascinante espacio natural con variada vegetación. Avellanos, abedules, enebros … y un montón de verdes, amarillos, rojos y toda una serie de colores vivos del otoño. Tienes la sensación de estar en el norte de España.

En realidad, todo el pueblo es un museo, sin importar la calle que elijas. Destacan en el pueblo el pilón, el ayuntamiento con su impresionante sencillez, la casa del cura y la casa de la maestra, así como la vieja escuela, que se ha convertido en un lugar de encuentro social con bar. Lo que lamento es no haber llegado al molino harinero del río Jarama, a las afueras del pueblo. Ahora figura en primer lugar de mi lista para mi próxima visita.

La Hiruela es como un viaje al siglo XVIII

Como seguro que ya te has dado cuenta, siempre tengo ganas de conocer la historia de los lugares. Sorprendentemente, leí en la web de La Hiruela que no se conocen datos sobre la fundación del pueblo ni sobre el origen de su nombre. Se cree que el primer asentamiento tuvo lugar entre los siglos XII y XIII tras la reconquista y repoblación de toda la zona.

Desde 1490, La Hiruela tenía cierta autonomía debido a su aislamiento del resto de la población e incluso adquirió fuero de Villazgo y derecho a rollo o picota. La cañada de La Hiruela obtuvo el rango de «Cañada Real». De esto se desprende que aquí la ganadería era muy importante. La Hiruela conservó los derechos de pastos, agua, carbón, caza y pesca en los siglos XVI y XVII.

En 1751, 220 personas habitaron el pueblo. En esa época había prados secos y de regadío, tierras de cultivo de secano, dehesas para pasto y leña, ejidos, montañas y tierras no labradas. Se cultivaron centeno, lino, hierbas, manzanas y cerezas. Aquí se crían cerdos, vacas, cabras y ovejas. Los vecinos también elaboraban miel. Desde entonces, el pueblo prácticamente no ha cambiado.

La caminata por las provincias de La Hiruela

Por cierto, La Hiruela no siempre perteneció a Madrid, sino primero a la Comunidad Villa y Tierra de Sepúlveda en la provincia de Segovia, que hoy pertenece a Castilla y León. Esta área se dividió en ocho «ochavos». Los ochavos eran distritos territoriales con cierto grado de autonomía. En cada uno de ellos un «ochavero» representaba los intereses de sus pueblos. La Hiruela perteneció al Ochavo de la Sierra desde un principio y así se integró en el municipio de Colmenar de la Sierra en la actual Guadalajara (Castilla-La Mancha). Anteriormente el pueblo se llamaba La Hiruela de Buitrago, oficialmente conocido como La Hiruela.

Durante la división de España en provincias en 1834, La Hiruela se independizó de Colmenar de la Sierra y fue asignada a la nueva provincia de Guadalajara. No fue hasta la Segunda División en 1838 que se adjudicó La Hiruela a Madrid.

La población de la Hiruela se desangra, su esencia permanece

A mediados del siglo XIX la población era de 128 habitantes. Desde entonces, especialmente a partir de la década de 1960, la población ha ido disminuyendo cada vez más debido a la intensa emigración a Madrid. En 2018 no quedaban más de 48 habitantes. Lo que significa solo 3 habitantes por km2. Solo para comparar: La densidad de población más baja de Alemania se encuentra en Mecklemburgo-Pomerania Occidental con 69 habitantes por km².

Sin embargo, La Hiruela conserva su importante patrimonio etnológico, así como su aspecto y estructura originales. Los alrededores del pueblo no se ven alterados por urbanizaciones de casas de fin de semana, como se puede ver en muchos otros pueblos de la sierra de Madrid.

¿Qué puedo hacer en La Hiruela?

Como llegar a la Hiruela

Mapa del pueblo

Para una mejor orientación, es mejor descargar primero el mapa. De esta manera puedes encontrar más rápido los distintos lugares de interés.

El museo etnológico

Como aficionado a la historia, te recomiendo que visites el museo etnológico primero después de tu recorrido por el pueblo. Aquí obtienes una visión general precisa del pueblo, sus gentes, la cultura propia de la zona, así como de sus modos de vida. Luego, puedes elegir las caminatas y recorridos que más te interesen para profundizar tus conocimientos del lugar.

El museo fue fundado en 2002. Las habitaciones reproducen una antigua casa de campo del siglo XVII. Hoy la colección etnográfica comprende un total de 1000 piezas. Si deseas obtener más información, descargua este PDF. Cuidado: El museo no abre todos los días. Puedes encontrar los horarios de apertura en el PDF.

Los oficios tradicionales

Una manera de entender el modo de vida de la gente aquí es conocer sus oficios. Por eso me gusta tanto esta ruta circular sugerida. Te lleva al molino, las viejas colmenas y al quemador de la carbonera. En menos de dos horas comprenderás cómo se ganaba la vida la gente de La Hiruela.

Rutas de senderismo para relajarse y disfrutar

Además de las rutas de senderismo mencionadas anteriormente y las indicadas en el tablero a la entrada del pueblo, existen otras rutas de alto valor paisajístico en la comarca de La Hiruela:

GR 88: Se trata de una ruta de senderismo de gran recorrido que se adentra en la provincia de Segovia en tres zonas: La Mesta, el románico y los castillos, y cañadas, veredas y cordeles.

Cañadas y vías pecuarias: Existen dos principales cañadas: una que asciende desde el río Jarama por el río Fuentecilla. La segunda también nace en el río Jarama y pasa por el cementerio hasta el pueblo de Montejo de la Sierra.

La Rinconada: Este sendero comienza en el Hayedo de Montejo y forma parte de las rutas de senderismo cortas de Madrid (Ruta del Pequeño Recorrido Madrid 1 – PR-M-1). Transcurre paralelo al río Jarama. Esta ruta es especialmente popular entre los amantes de la naturaleza interesados en la fauna y la flora.

Puedes encontrar más información sobre estos caminos en www.madrid.org.

¡Que te diviertas!

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